Logroño: Pinchos y enoturismo

Cuando hablamos de vino, sin duda, La Rioja y en concreto su ciudad, Logroño, son parada obligada para todos los amantes del buen comer y del vino de calidad. Logroño es conocida por su vibrante cultura de pinchos y sin duda por ser también una puerta de entrada al fascinante mundo del enoturismo y de las visitas a bodegas.

Las calles del casco antiguo de Logroño, especialmente las famosas Calle Laurel y Calle San Juan, están repletas de bares donde puedes degustar una gran variedad de pinchos. Estos pequeños manjares, cada uno con su toque único, son perfectos para acompañar con un buen vino Rioja. Desde el tradicional pincho de tortilla, los champis, pinchos morunos o orejas hasta las innovaciones culinarias más modernas.

Zonas de Pinchos de obligada visita en Logroño

  • Calle Laurel: Conocida como la «Senda de los Elefantes» por que si vas de bar en bar «acabarás con buena trompa», es el epicentro de la cultura de pinchos en Logroño.
  • Calle San Juan: Otra calle emblemática para disfrutar de esta tradición gastronómica. Menos concurrida que Laurel, pero igualmente con muchos buenos bares.
  • Calle San Agustín: Una calle, que por su cercanía a La Laurel, la podrías considerar una ampliación de esta. Igualmente, buenos bares, pinchos y vinos.

Enoturismo en Logroño La Rioja es sinónimo de vino de calidad, y Logroño es el punto de partida ideal para explorar las bodegas de la región. De echo, sea seguramente, el mejor sitio donde reservar tu alojamiento y desde el que moverte para visitar las bodegas de la zona.

Entre los planes de enoturismo no debes de olvidar:

  • Visita a Bodegas: Desde bodegas familiares hasta grandes bodegas. En Logroño no te puedes perder: Bodegas Franco-Españolas, Bodegas Marqués de Murrieta, Bodegas Ontañón o Bodegas Olarra o Bodegas Javier Arizcuren..
  • Catas de Vino: Se suelen planificar catas en las que aprenderás a apreciar y diferenciar los vinos riojanos con catas guiadas por expertos.
  • Paseos por los Viñedos: Para esto habrá que salir un poco de Logroño, ir a los pueblos de los alrededores para disfrutar de la belleza del paisaje riojano con paseos que te llevarán por viñedos históricos y pintorescos.

Como ves, Logroño es un destino que combina a la perfección la tradición y la innovación culinaria con el encanto del enoturismo.

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